En el Hormigón Fresco:
Mejora la trabajabilidad del hormigón, facilitando así su colocación y compactación de mezclas.
Aumento de la cohesión interna en el hormigón fresco, por lo que se evita la segregación de los áridos.
Permite la reducción considerable del contenido de agua, aproximadamente un 20%. No provoca incorporación de aire.
En el Hormigón Endurecido:
Incorpora aire, otorgando al hormigón endurecido un aumento de las resistencias a las heladas a la impermeabilidad del agua.
Incrementa la resistencia mecánica a la compresión, manteniendo constante la trabajabilidad y el contenido de cemento.
Disminuye la exudación de agua y evita la segregación de los materiales.
Reduce considerablemente la contracción. Aumenta la adherencia al acero

DOSIFICACION DE USO:
0,6% sobre cemento